Vino a mí, sin previo aviso,
pensé que venía de cena,
tenía la maleta llena.
Le invité a marchar, no quiso,
me enganchó con su cadena,
la arrastro junto a mi pena.
Trabajo y no lo consigo,
la derrota es mi condena,
me seduce y me envenena.
Fdo.: R.C.A.
12-10-2015
© 2015 Raúl Canedo Aceituno